Frambuesas silvestres
 

Encontrar la fresa o frambuesa de montaña (Rubus rosifolius) es una de las sorpresas más agradables y deliciosas de un día de campo en la Cordillera. Esta planta requiere suelos húmedos y climas frescos, condiciones que consigue óptimamente en nuestras montañas, donde produce las frutas más grandes, dulces y jugosas. Las flores de la fresa de montaña son blancas y las hojas se parecen mucho a las de las rosas, de lo cual deriva el nombre rosifolius (Rubus significa rojo). La planta es más bien rastrera y sus tallos tienen espinas (nuevamente como las rosas), por lo que recoger las frutas requiere un poco de cuidado. A menudo el crecimiento de la vegetación aledaña produce demasiada sombra y la planta no dura más de dos o tres años en un lugar. Como no se cultiva comercialmente, la experiencia de saborear esta deliciosa fruta es casi siempre un accidente, un punto final puesto al azar en un día de campo en la Cordillera.