No sólo hay especies en peligro de extinción, muchas otras cosas corren peligro de desaparecer, incluyendo ciertos rótulos, como este en el balcón de una casa frente a la plaza de recreo de Añasco. Prohibido amarrar caballos en el balcón es una advertencia para otra época, cuando los hombres llegaban a caballo a la plaza y buscaban un lugar donde amarrarlos. Sospecho que la molestia principal no era el ruido de los animales, sino los olorosos residuos de hierba parcialmente digerida que dejaban frente a la casa. Ya nadie amarra caballos en este balcón y poco a poco se borra el rótulo que lleva un mensaje pasado de época.